viernes, 15 de agosto de 2014

13 de abril. 2009

Plantas la semilla. Y ya no hay vuelta atrás. Crece, cada vez más y más rápido. Cada vez más fuerte. Y cuando empieza, es imposible de parar. Buscas la manera y no la encuentras. ¿Qué hacer? Escucha lo que te diga el corazón, quizás eso sea lo único que funcione. El remedio, el antídoto. La cura de una enfermedad que envenena tu sangre, tu vida, tu día a día, hasta crear un patrón, una paranoia imposible de ignorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario