viernes, 15 de agosto de 2014

Enero 2010

Me dijo que solo le importaba hacerme feliz. Me lo dijeron los dos. ¿Y de qué ha valido? Solo para romper sus promesas, y dejarme a mí temblando, echando de menos lo que ni siquiera llegó a ocurrir.

Uno ya ha roto su promesa. Al otro, poco le falta. 

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