viernes, 15 de agosto de 2014

15 de octubre. 2008

Nadie lo ve, pero duele. Es totalmente invisible para nuestros ojos, salvo para los del corazón. Tú no lo ves, pero duele. Tú no lo sientes, pero mata... ¿Cómo se le explica al corazón que a veces debe regirse por la mente? ¿Cómo explicarle que lo que siente está fuera de los límites de la realidad? Percepciones distorsionadas por las lágrimas, el mundo visto a través de un cristal empañado... Duele, mata, sentir que de repente todo va mal, y no poder ver la forma de enderezar nuestro camino.
Duele no entender nada, mata comprender las consecuencias de nuestros actos y no poder volver atrás para cambiarlos. Duele no saber qué hacer, matan sus palabras clavadas como aguijones en el alma. Duelen los errores, matan las miradas. Duelen los sueños, matan las decepciones. Duelen los caminos separados, mata la luna que se ve por la ventana y trae consigo los recuerdos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario