miércoles, 20 de agosto de 2014

Broken

Solo escribo rota.
Solo cuando la cabeza me pide una explosión y el corazón se va a vivir a mi estómago.
Taquicárdico.
A veces (como hoy) llego demasiado tarde a vomitar pensamientos. Todos se me agolpan en la punta de los dedos luchando por salir. Todo mi yo pide una tregua. Bandera blanca a los sentimientos. Pero llego demasiado tarde, y la primera vía de escape se abre, todo sale por los ojos. La rabia, el miedo, la frustración, el odio. El futuro. El futuro se va también, se difumina entre agua y sal hasta que no queda nada.
La Nada es lo que siento. Un vacío tan inmenso, tan profundo, que absorbería cualquier Todo.

¿De dónde se saca la fuerza cuando te tiemblan las piernas bajo tu propio peso? ¿Cómo se sostiene algo que tantos querrían ver destruido?
¿Cuándo acabará? ¿Cuándo volverás a tener respuestas para algo?
Cuando todo estalle. 

[...]

Ese jodido momento en que nada te calma. En que la ansiedad te oprime el pecho hasta que el aire no puede entrar. Ése en el que las palabras se desbordan por los ojos, y no siguen su cauce natural a través de la boca o las manos. Ahí es cuando todo deja de tener sentido por un instante, y querrías desaparecer de la vida que te has creado. Los gritos que no dejas salir te golpean por dentro, centímetro a centímetro, y se convierten en el más doloroso de los puños. 
Hasta que gritas, y todo queda en suspensión. 
Hasta la próxima ronda.


"Escribo sobre lo que conozco, y de decepciones sé un poco."
Mi mención especial a la mitad de mi corazón
Sin la cual no sería yo.
Sin ti no superaría estas noches.

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